Fueron los pobladores de la Ciudad de Caracas que a comienzos del siglo
XX los que aseguraron haberse topado de noche con la Sayona.
Tal fue el caso de un tal Severino Parra quien cierta madrugada, y tras estar bebiendo en un bar del antiguo Silencio se dirigía a su casa ubicada en San José y faltando pocas cuadras para llegar divisó en medio de una callejuela a una mujer alta, elegante, de silueta esbelta y muy bonita, el hombre al ver semejante monumento de mujer no dudó ni un segundo en abordarla, y cada paso que daba hacia ella podía apreciar como la esbelta figura se alargaba y se alargaba, cosa que hizo que Severino se detuviera al instante y pensara que era producto de los tragos, pero para su desgracia la monstruosa aparición sorpresivamente abrió su boca de color rojo fuego y le propinó un espeluznante grito en el oído que hizo que muriera al instante.
Por otro lado, Don José García en su libro de la vida y costumbres de la
vieja Caracas comenta: “Eran muchos los cuentos y leyendas de apariciones y
espantos, pero de todos resaltaba el de la Sayona dama escalofriante que vestía
una saya negra ajustada y largos faldones”, de allí nacen muchas hipótesis de
quien era realmente la Sayona, y una de ellas cuenta que era una mujer española
tan bonita como fogosa quien en la época colonial fue sorprendida por su esposo,
un rico hacendado haciendo el amor con un esclavo negro en uno de los establos
de la mansión, éste al ver semejante evento envió a ejecutar de inmediato al
esclavo, suerte que ocurrió igual con esa mujer a pesar de que suplicara que
dejaran ver por última vez a sus hijos , petición que se le fue negada por el
marido burlado y para hacer más dolorosa su ejecución le hizo saber que los inocente
niños serian igualmente ajusticiados, ya que sabiendo que era una vulgar ramera
este dudaba que no eran de él.
De ser cierto lo anterior, es bastante probable que a partir de entonces
surgiera el mito de una madre fantasmal desesperada que deambula después de la
media noche en búsqueda de sus hijos asesinados.
¿Tienes una versión diferente de la Sayona o quieres agregar algo?
Déjalo en tus comentarios
No hay comentarios.:
Publicar un comentario